
Opciones de sustratos para la producción de tomate
Sustratos para la producción de tomate: En sistemas de cultivo en
sustrato, los tomates obtienen sus nutrientes a través del sistema de
riego. Una de las mayores ventajas de este tipo de sistema de producción
es tener la habilidad de evitar patógenos del suelo, típicamente
presentes en suelos naturales.

Todos los sistemas de sustratos permiten la aireación adecuada de las
raíces, y ofrecen al productor la posibilidad de ejercer un mayor grado
de control sobre la alimentación y riego de la planta. La cualidad
ligera de los sustratos permite al productor un manejo más fácil del
mismo.
Manejados apropiadamente, los sustratos suelen ofrecer resultados
similares de rendimiento. Sin embargo, dada la diversidad de sistemas de
cultivo dentro de la variedad de sustratos, no existe una sola forma de
manejar los nutrientes. Los productores deben estar atentos a los
requisitos específicos de su sistema, a fin de asegurar la salud de su
cultivo.
A continuación mostramos algunos ejemplos de los distintos sustratos,
sus atributos claves y beneficios en la producción de tomate:
Peat moss o musgo de turbera o esfagno es
un sustrato ligero de peso con buena capacidad de retención de agua, que
puede ser utilizado por sí solo o en combinación con otros medios de
cultivo, tales como vermiculita, perlita y perlas de poliestireno. Tiene
una alta capacidad de intercambio catiónico (CIC) y mantiene su
estructura durante el crecimiento del cultivo.
El musgo esfagnáceo de grado hortícola y textura mediana a fina es el
tipo preferido para la producción en invernadero. El alto contenido de
nutrientes del peat moss procedente de algunos lugares debe tenerse en
cuenta a la hora de preparar la solución nutritiva.
Vermiculita
La vermiculita libera ciertas cantidades de potasio (K) y magnesio
(Mg), lo cual podria presentar un reto para los productores, al reducir
su habilidad de controlar estos nutrientes durante la producción. Sin
embargo, la vermiculita contrarresta este efecto, a través de su alta
proporción de intercambio de cationes (CIC) — similar a la de peat moss —
incrementando su capacidad de amortiguamiento o buffer.
Perlita
La perlita está hecha de un cristal volcánico, sin embargo, es
completamente inerte y tiene un pH neutro. Tiene una baja capacidad de
retención de agua, en comparación con otros sustratos, pero cuenta con
una alta porosidad de aire. Los productores en busca de reutilizar la
perlita deben tener cuidado ya que los altos niveles de materia orgánica
en la mezcla pueden afectar negativamente el riego del cultivo.
Es posible adquirir perlita lista para su uso en presentación de
bolsas o planchas horizontales lay flat. También pueden comprar las
bolsas en grandes cantidades en tarimas o bolsas medianas de
aproximadamente 100 litros de capacidad.
Los productores pueden comprar rollos de polietileno para recubrir el
sustrato directamente de fabricantes y proveedores de insumos de
invernaderos, o bien pueden hacer sus propias bolsas. El material de
recubrimiento debe ser negro sobre blanco con la parte negra dentro, a
fin de minimizar la penetración de luz en la bolsa.
Lana de roca
Material fibroso hecho de una roca tipo granito llamada diabasa o
basalto. El pH de la lana de roca nueva es de 7.0 a 8.5, requiriendo que
los productores lo corrijan con una solución de fertilizante levemente
acídico, con un pH cercano a 5.5 antes de su uso.
Antes de comenzar a producir con lana de roca, los productores deben
regar el medio a fondo para permitir el ajuste del pH y asegurarse que
el agua de riego va a esparcirse uniformemente a través del sustrato
durante la producción.
Fibra de coco
La fibra deriva de la cáscara del coco y puede sostener hasta ocho
veces su peso de agua. A pesar de su capacidad de retención líquidos, el
agua también es fácilmente drenada de este medio debido a su ligero
peso, proporcionando una ventaja a productores, en cuanto a la humedad
reducida — y con ello — la reducción de patógenos en el sustrato.
La fibra de coco tiene un balance neutral de pH, y tiene un contenido
de calcio (Ca) y magnesio (Mg), esenciales en el crecimiento de la
plántula de tomate. Si la fibra de coco es de baja calidad, puede tener
un contenido alto de sodio, siendo letal para las plantas de tomate.
Asegúrese que la fibra que compre sea de alta calidad y cuyo exceso de sal haya sido reducido.
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