viernes, 6 de marzo de 2020

NPK: Dosis recomendadas según necesidades hídricas y disponibilidad de suelos

Dosis NPK recomendadas para arroz, trigo, maíz, sorgo, patata y judía en función de necesidades hídricas y disponibilidad de suelos.
Dosis de NPK óptima en cultivo de arroz (Oryza sativa L.)
El uso de fertilizantes compuestos a base de NPK complementados con micronutrientes incrementa de manera notable los componentes del rendimiento y el rendimiento del cultivo de arroz (Cedeño-Dueñas et al., 2018).
Respecto a las necesidades nutricionales, se recomienda una dosis de:
  • 125 kilogramos por hectárea de nitrógeno
  • 30 kilogramos por hectárea de óxido de fósforo y
  • 50 kilogramos por hectárea de óxido de potasio (FAO, 1992).
La aplicación del nitrógeno se aconseja sea aplicada en tres formas: un tercio de fondo, un tercio en la fase de germinación y un tercio en el desarrollo de la panícula (Meena y Fathima, 2017).
Ver Equipos de medición de nutrientes NPK
Dosis de NPK óptima en cultivo de trigo (Triticum aestivum L.)
En función del cultivo que se hubiera establecido con anterioridad en el terreno, para las necesidades de trigo con una buena irrigación, se recomienda el estudio de las dosis para la obtención de un adecuado rendimiento, especialmente en trigo (Al-Hilfy et al., 2019), para una producción de rendimiento medio se recomiendan unas dosis de:
  • 60 a 110 kilogramos por hectárea de nitrógeno,
  • 40 a 50 kilogramos por hectárea de óxido de fósforo y de óxido de potasio
Si realizáramos una aplicación de riego deficitario (Figura 1), se recomendaría una dosis de:
  • 60 kilogramos por hectárea de nitrógeno (FAO, 1992),
  • 30 kilogramos por hectárea de óxido de fósforo y de óxido de potasio.
Figura 1. Cultivo de trigo con uso de riego deficitario en campo abierto y uso eficiente de una fertilización nitrogenada. Autor: Xuanxu.
foto figura 1  cultivo de trigo con uso de riego deficitario en campo abierto y uso eficiente de una fertilizacion nitrogenada  autor  xuanxu
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Respecto a la forma de aplicación, se aconseja aplicar el 50% del nitrógeno y la totalidad de óxido de fósforo y óxido de potasio antes de sembrar, y la mitad restante de nitrógeno para un abonado de cobertura para el primer riego.

Ejemplo práctico:
Rafael es un agricultor que posee un área de 500 m2 de terreno en campo abierto, y se dispone a la siembra de su cultivo de trigo.
Conociendo que las mezclas de urea y de fosfatos amónicos y superfosfatos deben ser evitadas, y que un aumento de higroscopicidad no resultaría deseable, procederá a realizar la mezcla nada más preparar las diferentes combinaciones de fertilizantes.
Previamente a esto, le surge la duda de la cantidad de sacos de (NH4)2SO4 que necesitará para suministrar 60 kg por ha de nitrógeno, teniendo en cuenta que ha comprado sacos de 50 kg con una concentración de 21% de nitrógeno y un 24 % de azufre.

Además de unas buenas prácticas agrícolas, se le recomendaría:
  1. Dividir la concentración de nitrógeno entre dos: 21/2 = 10.5; de manera que necesitaría un total de 6 sacos de (NH4)2SO4 para proveer con la dosis aconsejada en bibliografía para su cultivo, como hemos mencionado anteriormente (60 kg ha para sorgo y mijo).
  2. Estos 6 sacos, conjuntamente, presentarán 72 kg ha de azufre. Como el área de la que dispone el agricultor es de 500 m2, se le aconsejaría aplicar la vigésima parte de los fertilizantes por hectárea:
    Considerando que una hectárea serían 10000 m2.
    Si los dividimos por el terreno del que dispone el agricultor (Figura 3), la totalidad de fertilizantes necesarios serían 20, dicho de otro modo, para un área de 500 m2, 300 dividido por 20 serían 15 kg de sulfato amónico son necesarios para aplicar la cantidad de nitrógeno correspondiente a 60 kg/ha de nitrógeno.
  3. También, teniendo en cuenta que se le ha recomendado un grado de 60-60-60, la opción más fácil para el agricultor es comprar un fertilizante para nutrición múltiple de grado 15- 15-15.
    Teniendo en cuenta que un saco de 50 kg contiene 7,5-7,5-7,5, dividiendo 60 kg entre 7,5 tendríamos 8.
    Por consiguiente, un total de ocho sacos de 50 kg de 15-15-15 serían necesarios para aplicar la dosis recomendada de 60 kg/ha de nitrógeno, y en este caso, junto con 60 kg/ha de óxido de fósforo y 60 kg ha de óxido de potasio.
  4. Si se hubiera dado la situación en la que se le hubiera recomendado 60-30-30 por hectárea, con ocho bolsas de 50 kg de grado 15-15-15, el agricultor habría tenido que aplicar el doble de la cantidad de fosfato y de potasio necesario.
    Entonces, se tendrían que aplicar sólo cuatro sacos de 50 kg por hectárea, dando la mitad de la dosis recomendada de nitrógeno y la dosis completa de fosfato y de potasio como abonado de fondo.
    Finalmente en la manera de nitrógeno simple, con varias aplicaciones para cubrir, se aplicarían el resto de Kg de nitrógeno.
Figura 2. Campo de maíz fertilizado con tres aplicaciones fraccionadas de nitrógeno para la obtención de una mejora en el rendimiento. Fuente: Infoagro.
foto figura 2  campo de maiz fertilizado con tres aplicaciones fraccionadas de nitrogeno para la obtencion de una mejora en el rendimiento  fuente  infoagro
Dosis de NPK óptima en cultivo de maíz (Zea mays L.)
En el caso del cultivo de maíz para una correcta fertilización (Purnomo et al., 2019), es aconsejable la aplicación de una dosis de:
  • 45 a 90 kilogramos por hectárea de nitrógeno,
  • 30 a 45 kilogramos por hectárea de óxido de fósforo y
  • 30 kilogramos por hectárea de óxido de potasio (FAO, 1992).
La forma de llevar a cabo una aplicación eficiente (Figura 2), sería la distribución del nitrógeno en tres aplicaciones fraccionadas, y la totalidad del óxido de fósforo y óxido de potasio en la primera aplicación de nitrógeno a la siembra.
Dosis de NPK óptima en cultivo de sorgo (Sorghum bicolor L.)
La dosis óptima de aplicación de nutrientes para sorgo y mijo depende de si se trata de un cultivo de rendimiento medio, con necesidades altas de riego, en ese caso, aplicaríamos unas dosis de:
  • 20 a 60 kilogramos por hectárea de nitrógeno 
  • 20 a 40 kilogramos por hectárea de óxido de fósforo y
  • 20 a 50 kilogramos por hectárea de óxido de potasio.
En el caso de tener un cultivo con un rendimiento alto (Carrillo et al., 2004).
y necesidades hídricas bajas, se recomendaría una dosis de:
  • 60 a 100 kg ha de nitrógeno,
  • 50 a 60 kg ha de óxido de fósforo y
  • de 60 a 100 kg ha de óxido de potasio.
Se realizaría la aplicación de la mitad de nitrógeno con todo el óxido de fósforo y óxido de potasio aplicado a la siembra, y el resto de nitrógeno en dos aplicaciones al comienzo de la etapa reproductiva y floración.
Dosis de NPK óptima en cultivo de patata (Solanum tuberosum L.)
Existen múltiples recomendaciones a la hora de llevar a cabo una correcta fertilización para el cultivo de patata (Chamberland et al., 1968), actualmente se recomiendan unas dosis de:
  • 78 kilogramos por hectárea de nitrógeno (FAO, 1992),
  • 78 kilogramos por hectárea de óxido de fósforo y
  • 120 kilogramos por hectárea de óxido de potasio 
Una aplicación eficiente requiere que se emplee la totalidad de nitrógeno, óxido de fósforo y óxido de potasio antes de proceder a plantar, y evitando el contacto con los tubérculos.
En el caso de que se dispusiera de un suelo ligero, se podría aplicar la mitad del nitrógeno cuando se sembrase, y la otra mitad, cuando comenzase la tuberización.
Un factor importante a tener en cuenta sería el tipo de suelo disponible, del cual dependería la elección del uso de cloruro potásico, el sulfato potásico o el sulfato potásico-magnésico, para la posterior obtención de mayores rendimientos en el índice de cosecha.
Dosis de NPK óptima en cultivo de judía (Phaseolus vulgaris L.)
La judía requiere y agradece el abonado con estiércol, aunque en España, dicen que, si es excesivo, cría mucho forraje y menos judía (De la Rosa et al., 2018).
Para este cultivo en particular, se recomienda una aplicación del nitrógeno en el momento en el que se procede a sembrar y en la floración, salvo en el caso en el que Rhizobium spp. estuviera presente en el suelo, es aconsejable realizar una inoculación en semillas. Dosis recomendada:
  • 36 kilogramos por hectárea de nitrógeno,
  • 72 kilogramos por hectárea de óxido de fósforo y
  • dos aplicaciones para cubrir tras sembrar, con una dosis de 57 kg ha de óxido de potasio por cada una (FAO, 1992).

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